Hay historias que no son reversibles, como la ropa, y que no se estiran ni ante la moderna equidistancia. Como lo es la de Josefa, que sufrió a Franco en toda su crueldad.
Ahora es un documental titulado Libertad. Y hay que verlo, porque el final, real como la vida misma, aunque a veces sea triste, no lo hubiera escrito ni el mejor de los guionistas. Top secret hasta verlo. Josefa sufrió el terror de Franco durante la guerra y durante la represión inicial que sucede al 39, donde, por ejemplo, sólo en Madrid, la «equidistancia» tan reclamada sería decir que el dictador dio orden de fusilar a 3.000 personas entre 1939 y 1945. Días de 50 en 50, según le diera. Hay un listado y datos que lo confirman y hasta consta la propia resistencia de sus militares ante la barbarie.
Tras estallar la guerra, Josefa perdió primero a su padre y de paso a un hermano. Fusilados. Y ella, se ve que por si acaso, pasó años en la cárcel: prisión en San Marcos, Ponferrada y Saturrarán (San Sebastián). Este es el contexto de Libertad, la historia de Josefa, un documental que ayer se proyectó en Madrid con una gran acogida y que comienza un periplo de presencia en festivales que se presume exitosa.
Fuente documental:
Diario de León
Fuente imagen:
LAAV