Las cartas de Josefa Segret y Dolores Valdés III

 

Mi querida amiga Dolores: 

Ya comprendo cuantos deseos tendría de recibir la mía, esperando saber la residencia, en la creencia de que quedé en Compostela, según la intención que tenía. Pues he vuelto de nuevo a echar aquí otra temporada. ya que el nuevo tratamiento todavía no me lo aplican.

Esperaré que los mundo jugando a las fuerzas dé vuelta a la cara y careta de sonrisas, y entonces podamos caminar con luz que ilumina. Comprendo que tiene muchísima razón amiga mía. Es bien lamentable que a los hijos (1) de Isabel les de por retardar, lo que no tiene retardo posible es la marcha de la vida.

Cuánto más hubiera ganado en simpatía poniéndose al frente desde el primer momento, sino los guías; derrumbando la casona(2) que en nuestro lar (3) solo es germen de bicharrería y levantando en su lugar una linda casita (4). Ellos antes que nadie debieran cruzar los mares, sembrando en nuestro lar la simpatía, pero por temor a que predominara aquello (5) de Rosina, dejaron pasar el tiempo, rechazando las consideraciones que la otra les hacía, perdiendo así la ocasión propicia, mientras, claro está, todas las miradas van hacia aquella prima que la que empuja y saca la espina.

Yo como usted, lamento con toda el alma que sean tan remisos en traernos aquello que nos pertenece, porque nos pertenecía. Nunca, nunca hubiera creído que fueran tan torpes y tuvieran tan poca vista. Bien comprendo que todo lo hacen para evitar que se extienda Rosina, pero querida amiga, es francamente doloroso que por temor a que el agua lo inunde, deje que el fuego consuma la finca.

Comprendo su decepción, yo también tengo la mía.

Gracias, ya se que usted no olvida las escaramuzas, bajas e indignas, de que me han hecho víctima esa bandada de avispas que en todos los campos abundan y solo se dedican a elaborar la acechanza y la intriga, y claro, les estorba todo lo que no sea nocivo y no haga liga, para arrastrarse a los puestos y colocarse en las cimas. Lo mismo les da que sea Agulla, estrella  o martillo la divisa, lo que les interesa es asirse y lucirla, lo demás para ellas es… mera tontería.

Demasiada cuenta me doy, que la maldad y la envidia son las peores compañías, y por desgracia, en esta odisea penosa de mi vida, tropiezo constantemente con ellas, disfrazadas o al descubierto (siempre con ira) me hincan el puñal de la insidia, hasta dejar mis sentimientos maltrechos  y cansada de tropezar con tanta falsía.

Latigazos son estos que al recibirlos, contraen el ánimo que en sí mismo se repliega, sin tener donde asirse, dolido del escarnio y la befa, mirando con escepticismo inundado de pena.

La historia se repite en multiples casos y en distintas épocas, así vemos que lanzan salibazos de fango con repugnantes mezclas a quien cumple con deberes que cuestan aquellas que, además de no respetarlos los pisotean, gracias que al lanzarlos las fuerzas les flaquean, porque la moral brilla por su ausencia, y claro, los salivazos en vez de llegar donde ellas quisieran, en sus propios vestidos para muestra se quedan.

Sigamos, sí subiendo la gran cuesta, encorvada la espalda, cargada de desengaños que los tiempos nos brindan pisando abrojos y el alma acuchillada de heridas; sigamos amiga mía, surcando el sendero, sí, aunque nos machaquen pisando las vísceras las que flotan siempre en aguas turbias, enlodando las limpias, Porque estoy segura que recibirán el fruto las generaciones futuras y ellas sabrán agradecerlo y… hacer justicia.

La tal familia de la superchería no es Galicia, aunque lo hicieron en combinación con una que de Vigo es nativa; pero para el caso me es igual, ya que tuve que aguantar esa y anteriormente, como usted sabe, otras felonías.

Desde luego, son entes de baja calaña que se aprovechan siempre con maldad y malicia de las situaciones difíciles que, de graves colapsos, se crean en la vida.

Y ahora, mi buena amigo, dígame ¿va a tardar tanto como en enviarme su misiva? Espero que no, ya que usted suele ser muy asidua.

Reciba afectuosos recuerdos de María y familia, con un apretado abrazo de su amiga

Josefa

 

1- El Partido Laboralista, gobernaba a la sazón en Inglaterra

2- El Régimen de Franco

3- España

4- La República

5- El comunismo en Rusia

 

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