Papel y lápiz, el arma de las prisioneras franquistas

He tenido la oportunidad de conseguir un ejemplar de los que ya solo quedan en manos de algún particular, del libro titulado Testimonio de la guerra civil de Isabel Ríos Lazcano, editado por la ya desaparecida editorial “Edicios do Castro” en su tercera edición.

Tal y como contiene la contraportada de este magnífico libro, Isabel Ríos, fue una testigo de excepción de la crueldad y la miseria humana que provocó la guerra civil en Galicia. Natural de Curtis (Coruña) militó desde muy joven en la izquierda que luchaba por romper las viejas estructuras que postraban al pueblo español.

A mediados de 1936,  junto a su marido el Dr. Novoa Santos, ambos son encarcelados y condenados a muerte. Por suerte y en el último momento a Isabel le es conmutada su pena, lo que por desgracia su marido no obtuvo, siendo este fusilado el 31 de diciembre de ese mismo año. Seis años después y una vez alcanzada su libertad condicional, emigrará a Argentina, no regresando a España hasta 1975.

Foto I. El doctor Calvelo e Isabel Ríos, en diciembre de 1936

Isabel, tendrá un papel protagonista en las labores que al igual que otras presas, lograron burlar al sistema y acceder a desempeñar cargos administrativos en las prisiones de la época, labores directamente relacionadas con los expedientes que contenían los informes necesarios para la obtención de la puesta en libertad condicional de las presas.

Será en la prisión de Saturrarán donde desempeñaría esta labor y será también en su libro sobre los testimonios de esta prisión donde deja anotado en su pagina 148:

“… por la mirilla observan las monjas que una presa, escribe con frecuencia en un cuaderno. Nos hacen salir a todo el pabellón, a la playa, ¡que felicidad! Cuando volvemos, llaman al despacho de la Superiora a la “escritora” y le enseñan su cuaderno… La mujer condenada a doce años es procesada de nuevo y condenada a otros doce…”

Puede ser el tiempo, un factor suficiente para que los testimonios de Isabel publicados en una primera edición de 1986, no permitiese como es lógico acordarse de los nombres de esas otras protagonistas que compartieron con ella sufrimientos.

En las memorias de Dolores Valdés, Isabel Ríos es citada varias veces por estar relacionada con el expediente que dio lugar al Segundo Sumario de Guerra, precisamente por habérsele incautado por segunda vez, la redacción de unas memorias que en ese penal se encontraba confeccionando y por el que efectivamente fue nuevamente condenada a 12 años de prisión y un posterior destierro, todo ello por contener ideas  «que cualquier embrutecido lector hace de la prensa socialista, a su vez sus apreciaciones son tan bajas y miserablemente injuriosas, que hace resultado penoso el deber de transcribirlas …” tal y como dejo constancia en un informe, el Juez instructor sobre el contenido de estas memorias incautadas. Esta nueva condena se añadiría a un primer Sumario de Guerra por rebelión realizado en Oviedo  y condenada a 30 años de prisión.

En tal caso fuera o no fuera Dolores a quien se refiere la autora en su libro, estos hechos dejan patentes la fuerte  y cruel represión llevada a cabo en este  y otros penales donde la posesión de un simple lápiz y un papel podía acarrear consecuencias extremadamente graves para quienes osaban trasladar al papel sus confidencias.

Fuente documental:
Isabel Ríos

Imagen:
La opinión

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